miércoles, 17 de abril de 2013


Ricardo Fernández Barrueco

En el seguimiento sanitario de las explotaciones bovinas en la provincia de Girona, igual que en el resto de Cataluña en las dos últimas décadas del siglo XX  se comprobó la alta prevalencia de brucelosis y sus dificultades diagnósticas, por diversas razones y una de éllas es la  de que la vacuna empleada -cepa viva B19 -es inmunógena y aglutinógena e induce a la formación de anticuerpos postvacunales que pueden interpretarse como anticuerpos postinfecciosos o a la inversa y confundir e interferir el diagnóstico. Recordaremos que en la respuesta inmunitaria vacunal aparecen las primeras inmunoglobulinas ( Ig M ) al cabo de 5-7 días de la vacunación, alcanzando la concentración máxima a las 3 semanas, para aparecer a continuación las inmunoglobulinas ( Ig G ), evolucionando con rapidez entre la cuarta y sexta semana para desaparecer unos seis meses después da la vacunación. 

Continuara...

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